Reseña
Reseña - Sección dirigida por María Luisa CaleroInfoling 11.43 (2016)
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Marina Castro Cruz. Reseña de VV.AA. (2013-2015): GREIT. Gramática de referencia de español para italófonos, dirigida y coordinada por Félix San Vicente, Bologna: CLUEB; Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 3 vols. Vol. I: Sonidos, grafías y clases de palabras, editado por Hugo E. Lombardini, Felisa Bermejo Calleja y José J. Gómez Asencio; vol. II: Verbo: morfología, sintaxis y semántica, editado por Hugo E. Lombardini, María Enriqueta Pérez Vázquez y Florencio del Barrio de la Rosa; vol. III: Oración, discurso, léxico, editado por Carmen Castillo Peña, Ana Lourdes de Hériz y Hugo E. Lombardini. Infoling 11.43 (2016) <http://infoling.org/informacion/Review246.html>
A partir del denominado Análisis Contrastivo surgido en la segunda mitad del siglo XX, la gramática contrastiva pretende dar cuenta de forma precisa de las disimilitudes que se establecen entre dos lenguas desde el punto de vista de su descripción gramatical. Se insertan dentro de esta línea obras, consideradas ya clásicas, como la de Cartagena y Gauger (1998) en cuanto al alemán, o la de Butt y Benjamin (1988) respecto al inglés. La Gramática de referencia de español para italófonos (a partir de ahora GREIT), dirigida y coordinada por Félix San Vicente, supone, sin embargo, un punto de inflexión en el ámbito de los estudios contrastivos, tanto por la profundidad y novedad de los planteamientos expuestos respecto a los estudios del español como por la precisión del contraste con el italiano, lo cual le otorga una posición preeminente frente a otras gramáticas como las anteriormente citadas.
El carácter abarcador de la obra, que excede los límites de una mera gramática contrastiva, justifica su articulación en tres volúmenes que siguen una progresión gradual ascendente, desde las unidades mínimas de la lengua hasta la tradición discursiva que considera las recientes aportaciones de la Pragmática. Así pues, en el primer volumen se atiende a los sonidos, las grafías y las clases de palabras; el segundo volumen se reserva a la morfología, sintaxis y semántica del verbo; finalmente, el tercer volumen se ocupa del nivel oracional, discursivo y léxico. Además, pese a que pudiera pensarse que los contenidos extralingüísticos solo tienen cabida en el tercer volumen, los ejemplos aducidos en los dos libros anteriores señalan continuamente hacia ellos. Estos, a su vez, persiguen reflejar la variedad del español desde una perspectiva diafásica, diastrática y diatópica, con lo que se ofrece una visión amplia de la lengua. Todo ello se relaciona, además, con el carácter descriptivo de la obra, en la que los autores incluyen usos reales de la lengua, incluso aquellos prescritos por la norma. De igual modo, su afán por convertirse en una gramática de referencia del español actual se aprecia, por un lado, en la estructura de cada capítulo, donde la introducción plantea las diferentes perspectivas de análisis del asunto tratado y el itinerario bibliográfico final posibilita la ampliación de conocimientos por parte del lector. Por otro lado, los índices incluidos en el tercer volumen facilitan las búsquedas concretas y hacen que la obra se convierta en un aparato teórico y de consulta mucho más preciso.
Nos proponemos, a continuación, dar cuenta de algunas de las innovaciones más significativas que presenta esta gramática de forma sintetizada. El primer volumen comienza con la fonética y la fonología, donde la alusión a conceptos como fonotaxis y resilabificación, referidos ambos a las modificaciones de los fonemas en la cadena hablada, evidencia la importancia que la lengua oral adquiere a lo largo de toda la obra. Asimismo, el intento por alejarse de la norma prescriptiva se refleja en el empleo de los términos recomendaciones y orientaciones durante el estudio de la ortografía.
En el análisis de las unidades de la morfología, se prefieren los conceptos de “tema” (segmento resultante al separar los afijos flexivos) y “base” (todo constituyente que interfiere en un proceso morfológico, independientemente del nivel en el que se produce) que, frente al análisis tradicional, permiten reflejar el modo en que se constituyen las palabras. Más adelante, se ocupa GREIT del sustantivo y del adjetivo, en cuyo estudio la innovación viene determinada por la combinación de criterios morfológicos, sintácticos y semánticos, frente a los análisis tradicionales, guiados generalmente por aspectos morfológicos que resultaban insuficientes. En lo relativo al artículo, también se sobrepasa la distinción entre determinado e indeterminado, y este se subdivide posteriormente de acuerdo con el valor semántico que adquiere en la oración. Lo mismo sucede con los posesivos. Asimismo, todos los usos citados en la obra aparecen ejemplificados en español (en letra redonda) y en italiano (en cursiva), para que el lector aprecie por sí mismo las correspondencias que se establecen. Estos ejemplos además de presentar un número suficiente, aparecen enumerados de forma individual para cada uno de los capítulos que forman parte de GREIT.
Igualmente, el capítulo dedicado a los posesivos incluye un apartado donde se presentan modismos y locuciones, si bien, las situaciones que se presentan responden fundamentalmente a nominalizaciones de los posesivos y no a construcciones más o menos fijas propias del español. En esta misma línea, el capítulo que se ocupa de los demostrativos incluye algunos usos idiomáticos que estos adquieren en el discurso coloquial. Lo que sucede es que muchos de estos usos pueden explicarse a partir de su función fórica, de manera que la opacidad de estas formas, que la propia autora señala, se vería probablemente reducida si estos ejemplos se hubieran puesto en relación con el funcionamiento de la lengua, si bien es innegable que, en ocasiones, la lengua presenta comportamientos difícilmente justificables.
El segundo volumen de GREIT profundiza, como ya adelantábamos, en el verbo. Concretamente, el primer capítulo se ocupa de la morfología verbal, donde los tipos de irregularidad aparecen clasificados en: irregularidad en la escritura (cazar>cace), irregularidad por la falta de personas en la conjugación (nublarse), y verbos irregulares propiamente dichos, en los que se producen irregularidades de forma sistemática (pensar>pienso). Además, se plantea que todas las formas verbales compuestas sean consideradas irregulares debido a la presencia del verbo haber, y se señala, incluso, la posibilidad de que funcionen como construcciones perifrásticas. Así pues, si aplicamos las pruebas que se presentan en el capítulo XXVII para la identificación de las perífrasis de participio, comprobamos que tal propuesta no se aleja en sumo grado de la realidad: 1) auxiliar y participio deben presentar un sujeto único; 2) el participio no puede ser sustituido por un adverbio o un adjetivo; 3) el participio no responderá a la pregunta de cómo; y 4) el participio no podrá aparecer coordinado con un adjetivo. De hecho, en el mencionado capítulo se considera que los tiempos compuestos son unidades perifrásticas donde el participio ha sido sometido a un fuerte proceso de gramaticalización.
Más adelante, se analizan pormenorizadamente las formas verbales simples y compuestas del indicativo. Los capítulos siguientes se centran en el análisis de las formas no personales del verbo, tanto de manera aislada como cuando forman parte de construcciones perifrásticas. En cuanto a estas últimas, no se debate qué estructuras han de ser consideradas como tales, de acuerdo con el carácter no prescriptivo de la obra, sino que la novedad radica en las completas descripciones que se ofrece de cada una de las estructuras, así como en el detallado cotejo con el italiano. En este sentido, la variedad de estructuras con las que el italiano expresa los valores de las perífrasis de gerundio del español explica el análisis contrastivo tan detallado que se ofrece en este punto. Por otra parte, se lleva a cabo una minuciosa descripción de la modalidad y el modo en español, que pone de manifiesto las diferencias entre ambos conceptos. Establecida esta distinción, GREIT opta por establecer relaciones entre ambos, y posteriormente se enumeran los diferentes contextos en los que aparece un modo u otro o se produce alternancia modal.
Pese a lo innovador de muchos de los aspectos presentados hasta ahora, la novedad más llamativa reside, en efecto, en el tercer volumen. Así pues, se cuestiona la validez de los presupuestos tradicionales asentados en nuestra gramática y se aceptan solo aquellos que resultan válidos a la luz de los avances en lingüística. Más llamativo aún es el hecho de que todo este proceso se lleve a cabo en torno a una gramática contrastiva que, en consecuencia, se vuelve mucho más útil para sus lectores. Partiendo del enunciado como unidad con sentido completo y concreto, se propone un modelo de análisis basado en el concepto de valencia, es decir, “el número de argumentos de un predicado” (889), que dará lugar a la estructura argumental o “conjunto ordenado de los argumentos de un predicado” (889), de modo que las tradicionales funciones sintácticas son contempladas ahora como argumentos. En estrecha relación con la valencia verbal, GREIT vincula el concepto de predicación al aspecto semántico del predicado, de ahí que los participantes del evento denotado por el verbo cumplan un papel en la acción que será su función semántica (agente, causa, experimentante, paciente, etc.) y las formas verbales se clasifiquen semánticamente a partir de su duración, delimitación y dinamismo en estados, actividades, realizaciones y logros.
De igual modo, es significativo el hecho de que se dedique un capítulo completo al estudio de la negación, si bien la dificultad que esta conlleva para los italófonos por su frecuencia de uso, unida a las disimilitudes respecto al italiano y la importancia que la negación adquiere a partir de los estudios de pragmática, justifica esta decisión. Por otro lado, el análisis de las oraciones subordinadas se centra fundamentalmente en determinar qué modo aparece en cada una de ellas, lo cual revela una especial atención al tipo de público al que la obra va dirigida, ya que la selección modal es una de las cuestiones más complejas para quien aprende español. Por otra parte, es significativo que el estudio de las oraciones condicionales se aborde en un capítulo independiente al resto de subordinadas adverbiales, lo que sin duda refleja la mayor complejidad que este tipo de oraciones supone para el alumnado de ELE. Además, en su análisis se percibe claramente el intento por conciliar la tradición gramatical con las nuevas propuestas de análisis, de ahí que, por un lado, se retome la clasificación tradicional en condicionales reales, potenciales e irreales y, por otro, se introduzcan las condicionales de la enunciación, entre cuyas cláusulas la relación que se establece no es estrictamente lógica; y las pseudocondicionales, en las que la estructura condicional se emplea para reforzar el grado de verdad o de falsedad de lo que se dice.
Por su parte, las funciones informativas constituyen otro punto importante del contraste entre el italiano y el español como consecuencia del diferente interés que reciben en una gramática y otra. Así pues, se parte de la estructura básica de tema y rema, y se establecen los procedimientos en los que tal estructura se ve alterada y la finalidad que con ello se persigue. Los dos siguientes capítulos se dedican a los marcadores conversacionales, en primer lugar, y a los discursivos después. Ello revela, por un lado, la importancia que se le concede a la vertiente oral de la lengua y, por otro, la imposibilidad de que ambas variedades de la lengua se analicen de forma conjunta, dado que responden a características y situaciones diferentes. En este tercer volumen también se dedica un capítulo a la puntuación. El hecho de que se incluya precisamente en este volumen y no en el primero pone de manifiesto su relación con el ámbito pragmático-discursivo. Pese al carácter no prescriptivo imperante en la obra, en este capítulo se censuran algunos usos no normativos con el propósito de evitar que aparezcan en las producciones de los hablantes italófonos.
En cuanto a los procesos de formación de palabras, la parasíntesis se incluye dentro de la derivación verbal, de acuerdo con lo que establece Serrano-Dolader en la Gramática descriptiva de la lengua española (1999), basándose en que este procedimiento da lugar, sobre todo, a verbos. Sin embargo, existen también adjetivos constituidos de forma parasintética como sietemesino o aseñorado. Finalmente, el último capítulo se ocupa de la fraseología, que remite al estudio de unidades léxicas constituidas por varias palabras o palabras aisladas con un funcionamiento formulístico particular. La fraseología constituye, por su peculiar comportamiento que comparte con otras estructuras fijas del español, como las Construcciones con Verbos de Apoyo incluidas en el segundo volumen, uno de los ámbitos de mayor complejidad para los aprendices, de ahí que quizás fuese necesario que las gramáticas contrastivas centrasen sus esfuerzos en este tipo de estructuras, a fin de reducir las dificultades encontradas.
Nos encontramos, en definitiva, ante una obra cuya novedad es evidente. Por un lado, el análisis detallado de la tradición gramatical precedente permite poner de manifiesto los vacíos que esta presenta y subsanarlos a partir de nuevos planteamientos, que tengan en cuenta los recientes avances de los estudios lingüísticos. Por otro lado, la minuciosidad con la que se lleva a cabo el cotejo entre las lenguas española e italiana posibilita claros progresos, no ya solo entre estas dos lenguas, sino en el ámbito de la gramática contrastiva en general. Esto es precisamente lo que sitúa a la Gramática de referencia de español para italófonos por encima de otras obras de este tipo, convirtiéndose en una obra fundamental tanto para docentes de español, como para gramáticos y lingüistas.